La pequeñuela de la casa había cumplido años y se nos ocurrió hacer una tarta en casa, además, antes de comernos la tarta se nos había ocurrido hacerle unas fotos buenas, en las que la pequeña le "metiera mano" a la tarta, último grito de ideas fotográficas procedentes de EEUU.
Para la tarta: un paquete de moldes de bizcocho de Mercadona, para la crema interior: un sobre de natillas, y para la cobertura exterior: 2 paquetes de nata para montar y 1 tarrina de queso blanco de untar. Se hacen las natillas tal cual indica el sobre, a ser posible dejarlas densas. Se unta una capa de natillas sobre el primer molde de bizcocho, se repite la operación natillas/molde de bizcocho. Para el exterior, batir con batidora o thermomix la mezcla de nata de montar, la tarrina de queso blanco, azúcar y pelín de canela. Cuando se obtenga una crema ligeramente densa podremos realizar la cobertura con cuidado y con ayuda de una paletina de cocina sobre la tarta reservada anteriormente.
Adornos finales al gusto, en nuestro caso pusimos lacasitos y escribimos nombre con lápices pasteleros (de venta en cualquier super).
Adornos finales al gusto, en nuestro caso pusimos lacasitos y escribimos nombre con lápices pasteleros (de venta en cualquier super).
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